Moño (MUY) alto
Otra versión del moño clásico, en esta ocasión recogido a la altura de la coronilla. Para llevarlo a cabo puedes poner en práctica este truco: haz dos coletas alta muy pegadas entre sí y enrollarlas de forma simultánea para conseguir un único moño. Y si haces el moño súper tirante, conseguirás una bondad añadida.
Ondas ligeras (y ningún accesorio en el pelo)
Para conseguir una onda relajada haz uso de un cepillo redondo grueso mientras te haces el brushing.
Un gesto que lo cambia todo
Hay gestos que cambian por completo un look. Si la boda es informal y relajada, puedes probar a hacer esto con tu pelo: consiste en algo tan sencillo como hacerte con un lazo negro de terciopelo y anudarlo a modo de gargantilla pero pasando tu pelo por debajo, con la clara intención de crear una coleta a medio camino entre el casual y la sofisticación.
Un moño texturizado
En este caso hay que tener en cuenta dos detalles: los mechones delanteros que enmarcan el rostro y el moño ligeramente ladeado. Y un truco de gurú que te puede ayudar: vaporizar un champú en seco en las horquillas de moño antes de ponértelas para que queden perfectamente colocadas (y fijadas).
Coleta, coleta, coleta
La virtud está en el punto medio. Por eso, si vas a centrar la atención en tu outfit, puedes (y debes) apostar por un peinado tan minimal como este: una coleta pulida, alta y con flequillo. Eso sí, enfatiza el efecto pulido aplicando un aceite o sérum en las puntas, primero frotándolo en tus manos y después pasando por el cabello. Así evitarás ensuciarlo.
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